“Enfocarse en resultados”, la historia de iFood
Cuando los barranquilleros Luis Miguel Ballestas y Carlos Bockelmann recibieron aquella llamada de un empresario, que a duras penas hablaba un español entendible, no lo podían creer. Su idea de negocio, en ese entonces llamada ComeYa, era conocida a 7000 kms de la costa caribe colombiana. “Nos gusta lo que hacen y su visión. Vengan a São Paulo y nos tomamos unas cervezas”, les dijo el CFO de iFood en Brasil, Carlos Moyses, encargado en aquella época de la adquisición de fusiones y nuevos mercados.
Fueron dos años trabajando arduamente con la idea de conectar usuarios y restaurantes de cualquier tipo bajo un modelo marketplace en Barranquilla. Por eso era tan importante para estos dos ingenieros aquella invitación al país de la samba. Luego de una amena conversación con el inversionista, el acuerdo estaba listo.
¿Cómo lo lograron?
Para Luis Miguel, uno de las motivaciones para cerrar el trato fue que Brasil estaba dispuesto a invertir en el crecimiento del negocio de la mano de sus fundadores. “El principal criterio de Brasil al evaluar fusiones, es que esperaban de sus futuros socios, el espíritu emprendedor y una capacidad de ejecución alineada al crecimiento a bajo costo”, recuerda.
En ese tiempo, ComeYa no era el único “jugador” en el país, Domicilios.com se consolidaba en Bogotá y Medellín. Por otro lado, la empresa brasileña apuntaba hacia las ciudades intermedias para iniciar su plan de adquisiciones y fusiones, estos fueron los casos de Bucaramanga y Santa Marta con Appetitos y A Tu Puerta, quienes más tarde formaron parte del equipo iFood. Era 2015 y Colombia apenas empezaba a dar pasos firmes en la apropiación tecnológica conforme a la acelerada transformación de los smartphones y la popularidad de las aplicaciones móviles.
sUENA MUY BONITO ¿Y AHORA?
Con todo esto, Luis Miguel y Carlos regresaron al país con un ‘term sheet’ o una “carta de intenciones” bastante clara: iFood era ahora el socio mayoritario de ComeYa, que a través del inicio de un periodo de valoración inyectaría el capital necesario para hacer crecer el negocio por un año para luego quedarse con el 100% de la compañía. Así, para marzo de 2017 cuando la valoración acabó con resultados positivos, de manera oficial iFood formaliza su presencia en territorio colombiano.
“Nunca nos habíamos preparado para recibir la atención de un inversionista extranjero, simplemente queríamos tener la experiencia de escuchar y estar dispuestos a evaluar posibilidades”, afirma Luis Miguel. “Había muchas cosas a nuestro favor, tanto Carlos como yo, teníamos un ‘background’ técnico muy cercano al producto y nuestro plan para operar a bajo costo era atractivo para el inversionista”, puntualiza.
Pero no todo fue un golpe de suerte con un final feliz, ambos entendían que este nuevo compromiso con la idea que emprendieron en su natal Barranquilla, requería asumir retos de crecimiento continuos y una permanente rendición de cuentas a Brasil. “Al principio nos costó acelerar el crecimiento que pedían en Brasil. Para lanzarse al mercado lo más importante es iniciar con el PMV (Producto mínimo viable), no te preocupes por lo que sería buenísimo tener porque luego el mercado te indicará cómo debes avanzar”, puntualiza Bockelmann.
LAS LECCIONES APRENDIDAS
Para ellos, dentro de los pasos del éxito de una ‘startup’ en el contexto América Latina, recibir inversión extranjera debería ser la última opción. “No es sobre tener la plata y esperar atracción de inversionistas, es sobre generar resultados y luego buscar la plata”, señala Luis Miguel. “El pitch bonito funciona en Sillicon Valley, en Colombia no es suficiente el discurso, sino enfocarse en resultados”, agrega.
Esta es una historia de éxito de un par de emprendedores colombianos que perseveraron hasta lograr captar la atención de un inversionista extranjero. Hoy iFood opera en 12 ciudades de Colombia y tiene como objetivo expandir su operación a Bogotá.